En la vereda del tiempo
Al caminar por la vereda de mi casa, los recuerdos son innumerables. Son largos años, casi treinta, que si los multiplico por 365 días, son más de diez mil. ¡Cuántos recuerdos! Muchos, la mayoría, son hermosos, gratificantes.
Un día me dijeron "No se puede vivir de recuerdos", y sí, eso es verdad. Pero si te llegan a la mente, ¿cómo
evitarlos? Sería imposible. Peor no recordar nada, entonces estaría presente la amnesia, si la tuvieras sabrías que estás enfermo.
Yo lo prefiero así: recordar más y más, y a medida que el tiempo pasa, más gratificante se vuelve la vida.
Me he dado cuenta de que es verdad eso que decimos: No hay mal que por bien no venga. La vida te da, tal vez luego te quita, pero a la larga te vuelve a recompensar, casi siempre con cosas mejores. Pero eso sí, nunca debes hacer el mal a nadie, porque la vida también es cruel y te devuelve otro peor.
Vivimos en un laberinto, pero lo importante es buscar siempre y encontrar la salida para no desesperarnos, para no morir dentro de él.
El mejor recuerdo que tengo es el de mis hijos cuando eran pequeños, hoy día ya grandes.
Y TAMBIEN A ELLOS DEDICO MI BLOG.
No hay en este espacio un lugar privilegiado para uno y para otro no. Mis hijos, mis amigas y amigos, mis familiares y alguna otra persona a la que podría dedicar también mis escritos, todos son importantes para mí y no existe una lista del primero al último cuyo orden haría variar el grado de cariño, amor y respeto que siento por ellos.
Así como es importante para la naturaleza el rocío que cae en la noche o de madrugada, para mí es importante tu visita y tu comentario, aporte o sugerencia que puedas pegar en este espacio.
Un día me dijeron "No se puede vivir de recuerdos", y sí, eso es verdad. Pero si te llegan a la mente, ¿cómo
evitarlos? Sería imposible. Peor no recordar nada, entonces estaría presente la amnesia, si la tuvieras sabrías que estás enfermo.
Yo lo prefiero así: recordar más y más, y a medida que el tiempo pasa, más gratificante se vuelve la vida.
Me he dado cuenta de que es verdad eso que decimos: No hay mal que por bien no venga. La vida te da, tal vez luego te quita, pero a la larga te vuelve a recompensar, casi siempre con cosas mejores. Pero eso sí, nunca debes hacer el mal a nadie, porque la vida también es cruel y te devuelve otro peor.
Vivimos en un laberinto, pero lo importante es buscar siempre y encontrar la salida para no desesperarnos, para no morir dentro de él.
El mejor recuerdo que tengo es el de mis hijos cuando eran pequeños, hoy día ya grandes.
Y TAMBIEN A ELLOS DEDICO MI BLOG.
No hay en este espacio un lugar privilegiado para uno y para otro no. Mis hijos, mis amigas y amigos, mis familiares y alguna otra persona a la que podría dedicar también mis escritos, todos son importantes para mí y no existe una lista del primero al último cuyo orden haría variar el grado de cariño, amor y respeto que siento por ellos.
Así como es importante para la naturaleza el rocío que cae en la noche o de madrugada, para mí es importante tu visita y tu comentario, aporte o sugerencia que puedas pegar en este espacio.
0 comentarios